¿Cómo debe ser el colchón de mi bebé?

25 Mar 2019

¡Bienvenidos dormilones!

 

En este artículo vamos a hablar del descanso ideal para tu bebé y su colchón perfecto.  Porque el sueño y descanso de un bebé es lo más importante para el desarrollo. Un buen descanso desarrolla tu mente, te da energía para afrontar los días, afecta al buen humor y reduce posibles enfermedades en un futuro. Parece ser que dormir lo cura todo ¿no? ¡Pues es verdad! El cuerpo sabe que las pilas se acaban y hay que recargarlas de nuevo.

El descanso funciona igual para todos, independientemente de la edad o persona. Es lo más importante y deberías ser primordial en tu rutina saludable.

Los bebés son muy sensibles a las pocas horas de sueño y necesitan unas horitas más de descanso comparado con nosotros los adultos. Así que vamos a ver cómo hacer que tu bebé se duerma facilmente y ¡tenga su propia nube!

Los bebés son como una página en blanco, hay que enseñarles absolutamente todo y su intuición es seguir nuestros pasos. Así pues, le enseñamos los hábitos de sueño. El bebé debe aprender que descansar es un placer y no un castigo, y que el dormir es lo mejor que hay.

Para dormir perfectamente nuestro bebé necesitará un ambiente limpio y seguro. Este espacio debe estar reservado para el descanso para que el bebé lo asocie con la hora de dormir. Es importante que los bebés no duerman en otros lugares para que tengan claro el hábito.

También es muy importante que el bebé se acostumbre a dormir solo. Sentir a la madre es muy importante durante los primeros meses de vida, pero a partir de entonces necesitan un espacio propio para su correcto descanso.

 

Bebé acostado durmiendo

Cuánto duermen los bebés

 

Durante las primeras semanas de vida, los bebés suelen dormir muchas horas durante el día, de media pueden ser de 14 a 18 horas. Suelen estar despiertos unos 30 minutos cada 4 horas. Después del mes o mes y medio de vida, las pautas de sueño empiezan a ser más cortas y por bloques reduciendo las horas de sueño. Sin embargo, los cambios en el hábito de sueño es muy variable, dependiendo de la salud del bebé y los hábitos familiares.

 

Cómo debe ser la habitación de mi bebé

El dormitorio de un bebé es esencial para desarrollar la salud de tu bebé, ya que pasará ahí infinitas horas descansando. Es necesario que tu bebé tenga su propia cama y también que esté cerca de tu habitación o en la misma habitación durante las primeras semanas. Si tu bebé necesita de algun cuidado especial, debe estar lo más cerca de ti posible para cualquier emergencia.

En cuanto ya está seguro y empieza a acostumbrarse a sus hábitos de sueño, podemos incorporarlo en su propia habitación donde tendremos todo lo necesario para su cuidado: desde el cambiador a edredones, mantas, juegos de sábanas y productos de higiene.

La habitación debe tener una ventilación regular, luz y sol. Recomendamos que los colores de la habitación sean alegres y el suelo y la ropa de cama sean fáciles de limpiar.

Los expertos aseguran que la temperatura más agradable para un bebé es de 18 grados y de 16 grados durante la noche. Los cambios bruscos de temperatura no son nada agradables y menos para un bebé con una salud mucho más sensible. Otro dato importante a tener en consideración es el nivel de humedad en el dormitorio. Según los expertos, el grado ideal de humbedad no debería superar 80 y no ser inferior a 40. En caso contrario podría causar deshidratación para el bebé.

Dónde duerme mi bebé protegido

Durante los primeros días de vida es recomendable que el bebé esté lo más cerca posible de la madre y por eso, puede dormir en un moisés. Se trata de un tipo de cesta con aspecto de minicuna. Los moisés son fáciles de mover y incluso pueden balancearse ligeramente para ayudar a calmar el bebé.

A los 3 meses de vida, se recomienda que el bebé duerma en una cuna fija, sin balanceo. Si la cuna se pudiera balancear, existe el riesgo que el bebé caiga mientras duerme y si haga daño.  Las cunas estáticas pueden ser de madera o de hierro cromado. Eso sí, recomendamos que las barandillas sean considerablemente altas y con poca separación entre sí para que el bebé no saque la cabeza o se enganche las manos.

Respecto al colchón ideal para un bebé, éste será un colchón de espuma. Los colchones viscoelásticos son ideales para adaptar el cuerpo progresivamente y ejercen la presión necesaria para que la columna descanse bien. Además tenemos que tener en cuenta el nivel de firmeza, lo recomendable es un nivel de firmeza alto y una espuma de calidad para evitar el calor. La firmeza no debe ser rígida aunque sea alta porque así se evitará el síndrome de la cabeza plana. Tanto la espuma del colchón como la funda deben ser fundamentalmente hechas a partir de materiales transpirables. En Emma Colchón, no recomendamos incluir un material impermeable porque impide que los materiales transpiren y además retiene los líquidos junto al bebé. Entonces, los materiales deben ser aptos para el lavado continuo a máquina.

Siguiendo esta línea, los colchones de muelles y colchones de látex no deberían ser la primera opción para el desarrollo de un bebé. El látex podría desarrollar alergias y también subir la temperatura de los materiales. Los colchones de muelles no tienen muchos inconvenientes pero luego se recomienda cambiar a colchón viscoelástico, por tanto, recomendamos tenerlo desde el principio para el cuerpo y sobre todo la espalda se acostumbre al descanso sobre espuma.

Habitación de bebé con dos cunas y una cómoda blanca

Qué medidas tiene una cuna

Las medidas de la cuna varían según los países, pero las más comunes y estándar en España son 60 x 120 cm  y 70 x 140 cm.

Para garantizar la ventilación del colchón y correcta temperatura, es ideal que el colchón de bebé repose sobre un somier de láminas.

 

 

Cuándo cambio la cuna por un colchón

Las opiniones al respecto son muy diversas. Algunos fabricantes aseguran que lo más recomendable es a partir de los 3 años.

Desde Emma Colchón, nosotros recomendamos que los bebés cambien de cuna a colchón a partir de los 5 años dependiendo del peso.

 

Efectivamente, el peso es el factor clave que determina el cambio. Los colchones para niños y adultos están pensados con una firmeza concreta para el alivio de presión de la columna, si el peso del niño es muy bajo, un colchón no será adecuado para su columna.
Por tanto, si el niño pesa menos de 35 kg, seguimos recomendando que usen un colchón de cuna. Si el niño ya no cabe en la cuna, pueden usar el colchón sobre una base de colchón infantil. El salto al colchón de adulto será en cuánto pese más de ese peso.

 

Esperamos que te haya servido el artículo y puedes preguntarnos lo que quieras aquí abajo,

Tu equipo Emma Colchón.