
¿Cuál es la relación entre el sueño y el Alzheimer?
La relación entre la calidad del sueño y el riesgo de desarrollar Alzheimer ha sido desde hace ya varias décadas objeto de discusión. A menudo se dice que dormir bien ayuda a eliminar las toxinas de nuestro metabolismo. Por consiguiente, la alteración del sueño puede contribuir a la acumulación de estas toxinas y esto, a la larga, puede causar demencia.
Según un estudio realizado existe una relación entre la calidad del sueño (todos los problemas de sueño en general) y la concentración de ciertos marcadores asociados con el metabolismo amiloide (β-amiloide).
El sueño también es importante para nuestra estabilidad emocional. De hecho, se suele pensar que necesitamos dormir y soñar para separar nuestras experiencias de nuestras emociones.
Es fundamental una detección temprana
Lo que es indiscutible es que el sueño es el periodo en el que el cerebro consolida nuestros recuerdos.
Disfrutar de un buen sueño a una edad temprana sirve como prevención para reducir el riesgo de sufrir la enfermedad del Alzheimer. Por el contrario, un sueño de mala calidad presupondría aumentar la probabilidad de sufrir esta enfermedad a largo plazo.
Sin embargo, no podemos atribuir una relación de causalidad entre el sueño y la actividad cerebral al 100%, pero sí es un factor que, según el citado estudio, desfavorece la concentración, y produce cambios en el metabolismo amiloide.
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Los consejos de Emma
Aunque aún hay mucho que investigar en este campo, recomendamos dormir como mínimo 8 horas diarias. El hecho de dormir seis en vez de ocho horas tiene un tremendo impacto en muchas de nuestras funciones cognitivas, el sistema inmunológico y la estabilidad emocional.
Es mientras dormimos cuando nuestro cerebro procesa las experiencias que hemos tenido durante el día. Necesitamos dormir para consolidar los recuerdos que hemos acumulado. Esto significa que si dormimos lo suficiente, nuestro aprendizaje y nuestras experiencias quedarán más consolidadas que si no descansamos lo que nuestro cuerpo necesita.
Para nuestro sistema inmunológico dormir también es muy importante. Se ha demostrado que si se duerme 6 horas en lugar de las 8 horas recomendadas, se tiene el doble de probabilidades de contraer la gripe.